Eficiencia energética de la ventana: factores y su importancia relativa
Por: Jorge Gómez Ruiz (ITESAL) - Miembro del CTES de AEA
En un mundo cada vez más concienciado con la sostenibilidad y el medio ambiente, cobra gran importancia la eficiencia energética de la ventana como punto clave en el flujo de energías de un edificio. Entendiendo esto y teniendo en cuenta que no es tan fácil determinar el verdadero impacto de cada factor en el ahorro final, se han escuchado todo tipo de teorías sobre el tema, quizá con la intención de convencer a veces de una manera no del todo sincera. Con objeto de arrojar luz sobre este asunto y hacerlo de una forma independiente y veraz, la AEA (Asociación Española del Aluminio) solicitó el pasado año a TECNALIA R&D, prestigioso centro tecnológico independiente, la realización de un estudio que determinase la importancia relativa de las principales características de la ventana relacionadas con la eficiencia energética. A continuación pasamos a comentar las particularidades del estudio.
Factores tenidos en cuenta
Hay que aclarar que el CTE tiene un enfoque eminentemente prestacional y que el elemento que debe de cumplir la exigencia es el hueco, es decir, la ventana en su conjunto. Sin embargo, se ha venido utilizado profusamente la transmitancia de los elementos por separado para establecer comparaciones sesgadas y es la razón de que pidiéramos a Tecnalia R&D que incluyera también estos factores en su estudio.
1 Estudio titulado “Determinación de la importancia de los factores de influencia de una ventana en la demanda energética de un edificio” llevado a cabo por Tecnalia R&D. Su texto íntegro puede obtenerse en la web de AEA o pinchando aquí.
Metodología del estudio
El estudio simula un edificio real conforme al CTE y obtiene el gasto energético total para todas las combinaciones de factores que influyen en las prestaciones térmicas de la ventana para dos zonas climáticas: Zona E (fría) y Zona A (cálida) según el CTE. A continuación se comparan simulaciones dos a dos, en las que solo se varía una de las características mencionadas anteriormente. De esta manera obtenemos una visión clara y aislada de lo que representa cada factor en el ahorro energético total.
Resultados obtenidos para una zona climática E (zona fría)
Para una Zona climática E (Zona fría), se obtiene que el factor más importante sería la transmitancia térmica del vidrio, ya que bajando su valor de 2 a 1 obtendríamos un ahorro de casi el 12% en energía consumida.
El segundo factor en importancia es la permeabilidad al aire, con más de un 5% de ahorro comparando una ventana Clase 2 con una ventana Clase 4. Sobre este factor cabe mencionar que lo más importante es que la ventana mantenga la permeabilidad a lo largo de toda su vida de servicio, punto fuerte característico de las carpinterías de Aluminio con Rotura de Puente Térmico (RPT).
En tercer y cuarto puesto, aunque con menor importancia sobre la eficiencia energética, tenemos la transmitancia del marco y el porcentaje de marco sobre la superficie de hueco. En el estudio observamos que poniendo un marco con una gran diferencia de transmitancia, pasando de 3,5 a 2 (lo que supone un esfuerzo de mejora del 43% en este factor), solo obtenemos un ahorro de un 1% sobre la energía consumida. Un ahorro similar al que obtenemos cuando pasamos de un porcentaje de marco de un 30% a un 20% de la superficie total de hueco pero, en este caso, con la ventaja de conseguir también un ambiente más luminoso.
En último lugar de importancia, y en este caso con una influencia negativa, tenemos al factor solar que, conforme aumenta (pasando de 0,5 a 0,69), produce la elevación del gasto energético del edificio. Esto es debido a que la radiación solar que capta la vivienda en invierno produce ahorros en la calefacción y, al aumentar el factor solar del acristalamiento, se impide este efecto.
Resultados obtenidos para una zona climática A (zona cálida)
Los resultados en una zona climática A (zona cálida), reflejan la importancia capital del factor solar que se sitúa en primera posición con un ahorro medio de más del 10% cuando pasamos de un factor solar de 0,5 a 0,69. Comparando este dato con el de la zona climática fría (Zona E) queda patente la necesidad de elegir el vidrio conforme a la situación donde vaya a ir colocado.
En segunda y tercera posición tenemos la transmitancia del vidrio, y la permeabilidad al aire con un ahorro medio de casi el 4% y el 2% respectivamente. Vuelve a quedar patente como, en lo que se refiere a ahorro energético, debemos poner el foco en la transmitancia del vidrio, y en asegurar que el cerramiento mantenga una baja permeabilidad (Clase 4) a lo largo de toda su vida de servicio.
En cuarta posición y con un ahorro casi inapreciable tenemos la transmitancia térmica del marco. Con ello vuelve a quedar patente que una vez alcanzado un cierto umbral, con una carpintería de aluminio con RPT, una gran reducción en la transmitancia térmica del marco (un 43% al pasar de 3,5 a 2 W/m2.K) no produce apenas ahorro en la energía consumida.
En último lugar se sitúa el porcentaje marco/vidrio. En este caso observamos incluso un pequeño aumento de consumo energético debido a la mayor entrada de radiación solar en verano a través de una mayor superficie acristalada, y por tanto, al aumento de gasto en aire acondicionado.
Conclusiones
Tras observar todos los resultados del estudio queda patente que tenemos que poner el foco en las prestaciones del vidrio, cosa lógica puesto que ocupa gran parte de la superficie del hueco (hasta un 80%). Debemos tener en cuenta además que dependiendo de la zona donde nos encontremos, o incluso el uso que se le vaya a dar al edificio, nos puede interesar o no el control solar en algunas orientaciones.
Mantener la permeabilidad es clave para el ahorro energético. No nos sirve de nada poner una ventana de Clase 4 cuando a los pocos años aumente su permeabilidad y se nos convierte en una ventana de Clase 2. El Aluminio con RPT destaca en este aspecto sobre otros materiales.
Finalmente, las características térmicas del marco tienen muy poca influencia sobre la demanda energética total de un edificio. La conclusión que obtenemos es que debemos elegir un marco por su función de bastidor, que asegure la permeabilidad reducida a lo largo de toda su vida útil, que permita una gran entrada de luz mediante una sección de marco reducida, que nos ofrezca el acabado que nosotros queramos y que nos proporcione seguridad ante robos e incendios.
Además de ofrecer unas elevadas prestaciones térmicas, el Aluminio con Rotura de Puente Térmico (RPT) destaca con claridad en todos estos aspectos frente a los demás materiales.