Las ménsulas: el accesorio que soporta la segunda piel de tu edificio
La eficiencia energética está cada vez más presente en la construcción. La estética de los edificios y la construcción sostenible es posible gracias a los sistemas de fachada ventilada, pues son sistemas que se componen de una parte exterior que se separa del muro principal, creando un espacio de ventilación y permitiendo un flujo de aire controlado entre ellas. Así, se reduce la transferencia de calor, respondiendo como una barrera adicional frente a las condiciones climáticas extremas por lo que se consigue un aislamiento óptimo.
¿Cuáles son los elementos de una fachada ventilada?
- Aislante de las ménsulas.
- Ménsulas.
- Aislante de las fachadas.
- Cámara de aire.
- Perfil soporte.
- Revestimiento exterior.
¿Por qué son importantes las ménsulas?
Porque permiten la sustentación de los perfiles y del revestimiento exterior al muro. De esta forma, estas estructuras de apoyo son las que posibilitan colocar un aislamiento en la fachada.
¿Cómo se instalan?
Para su colocación se acoplan con la tornillería adecuada a la pared y pueden llevar en su base unos calzos aislantes que favorecen el aislamiento térmico. Normalmente, se utilizan diferentes ménsulas porque permiten corregir defectos de las fachadas y la cantidad depende de la presión del viento y la separación de los perfiles de aluminio. Es importante tener en cuenta que si se instalan a distancias mayores de las requeridas, cada una tendrá que soportar más esfuerzo del que puede, por lo que se podrían producir flexiones excesivas en los paneles y perfiles de la estructura e incluso desprendimientos.
En Extrugasa disponen de ménsulas de tamaños que oscilan desde los 40 mm hasta los 200 mm de profundidad. Además, contamos con ménsulas de sustentación o carga, que soportan el peso del conjunto, y de retención o apoyo, que únicamente soportan la carga del viento.
Estos soportes pueden ser con grapa, que permiten el aplome del perfil vertical muy fácilmente ya que esta lo sostiene hasta que se realiza la fijación, o sin grapa que no permiten la función de sustentación, por lo que se utilizan más en sistemas en los que el perfil vertical es una omega, llevando a cabo la fijación y aplome a la vez.